No obstante, la universalización del acceso a Internet, la banda ancha, la caída de los precios de software y la banalización de la tecnología representan elementos clave que pueden influir en el renovado interés que estas siglas están suscitando en muchos fabricantes de software.
Más allá de los comentarios sobre su definición clásica, lo más importante sería destacar cuáles son los aspectos diferenciales del modelo SaaS, de modo que se puedan entender las razones por las que ha calado definitivamente en este entorno.
El modelo SaaS y sus principales ventajas
En lo que respecta al “despliegue de la aplicación”, el modelo SaaS representa un cambio importante en lo que se refiere a las instalaciones in situ, con ventajas determinantes como puede ser tener una instalación centralizada mediante un centro de datos con mantenimiento y en el que haya un soporte garantizado para todos los sistemas, desde hardware a back-ups.
Esta es una gran ventaja, si se tienen en cuenta las necesidades, cada vez más costosas, de tener personal cualificado y programas de formación continua que nos permitan estar preparados ante cualquier contingencia. De este modo, la combinación ERP - nube - pyme se ha asentado como la que mejor permite ahorrar costes y facilitar la gestión, pese a la cada vez menor desconfianza hacia el cloud, la nube y almacenamiento en la nube que existía sobre todo al comienzo, tras la aparición del modelo cloud.
En muchos casos, se da la paradoja de que las grandes ciudades tienen una cobertura idónea y sus polígonos están todavía aguardando el desembarco tecnológico.
Los modelos SaaS que se comercializan como un alquiler que habitualmente se paga mediante una cuota mensual por usuario, que incluye servicios en la nube y soporte hotline a través del cloud computing, tienen muchas ventajas tanto desde el punto de vista de los costes como de la inversión. Estas ventajas posicionan al ERP nube pyme como una buena alternativa para optimizar la gestión en las pequeñas y medianas empresas.
El ERP SaaS para la pyme
Así, con el SaaS o software como servicio no hace falta hacer un desembolso previo demasiado grande, y por otro, nos podemos olvidar de las actualizaciones de sistemas, hardware y software.
Con un ERP SaaS, la pyme siempre va a estar a la última, utilizando un modelo de renovación y actualización permanente, sin tener que acarrear nuevos e inesperados costes en las facturas. No hay que olvidar tampoco el coste humano que supone para las empresas el personal cualificado en esta materia.
Si Internet está cambiando de manera definitiva la forma en la que las organizaciones se relacionan con la información y su gestión, no es menos verdad que todavía falta más cultura empresarial a la hora de permitir que los datos de la empresa se almacenen fuera de las instalaciones. Es por tanto importante un cambio progresivo de mentalidad en los gestores.
En otros mercados, como el anglosajón, con más regulación y normalización de esta forma de gestión de la información, los modelos SaaS continúan avanzando y enfocándose en la comercialización de soluciones, basadas en la generación de economías de escala, recurrencia de negocio y distribución global.